Santa Isabel: el punto ciego de la crisis migratoria en Colón
- Grisel Bethancourt
- 15 jul
- 4 Min. de lectura

La migración irregular en Panamá sigue siendo un tema candente, aunque poco visibilizado en los medios locales. Mientras que la atención se centra en el flujo migratorio hacia el norte, un fenómeno menos conocido está ocurriendo en las costas del distrito de Santa Isabel, en la provincia de Colón. Cientos de personas, en su mayoría venezolanos están llegando a esta zona para embarcarse en una travesía marítima hacia otros destinos, a pesar de los peligros del mar y la variabilidad climática.
Por Grisel Bethancourt, directora y editora de Archivos Abiertos.
Las costas de Colón, donde la vida se teje entre redes de pesca, sembradíos humildes y los tambores rituales del Congo y los palenques, hoy conocen otro ritmo, uno más silencioso y desgarrador. A la orilla del mar Caribe, donde la brisa trae ecos de fiestas ancestrales y memoria afrocolonial, ahora llegan cuerpos exhaustos y miradas perdidas. Migrantes que alguna vez soñaron con el Norte, pero que tras cruzar selvas y fronteras llegan a estos puertos y aguas, vencidos por la desesperanza. El mar es ahora vía de escape, y los pueblos de Santa Isabel conviven con una nueva forma: la de los que regresan sin haber llegado.
Este flujo migratorio se ha devuelto debido a las políticas de cierre de la frontera estadounidense con el gobierno de Donald Trump desde enero de 2025, lo que ha generado un impacto significativo en la región con la deportación de migrantes. Panamá ha asumido ese compromiso con el cierre de su frontera inhóspita en Darién. Aunque no es comparable a la situación que se vivió en Bajo Chiquito, en la selva panameña frontera con Colombia, este flujo inverso del norte al sur está afectando a muchas personas que se encuentran varadas en nuestro territorio en precarias condiciones de salud, alimentación y por falta de recursos. La situación es crítica y requiere atención inmediata.

El impacto en Miramar y Palenque
Amed Meza, alcalde del distrito de Santa Isabel, se confesó preocupado y con angustia dijo en una entrevista en el Podcast Espontáneo, que la situación en Miramar y Palenque es alarmante.
"Nos sentimos abandonados por parte del gobierno central".
La acumulación de basura en el vertedero, que está casi colapsando, es un problema adicional que agrava la situación. Meza también destacó que más de 200 migrantes se encuentran en Miramar y otro grupo incontable en la comunidad de Palenque, y que el 60% de ellos no tiene recursos para retornar a su país de origen.
Los migrantes hablan de la desesperación y de promesas, y aseguran de un posible retorno humanitario, bajo la responsabilidad del gobierno de Panamá, pero oficialmente no se ha anunciado.

La situación está afectando significativamente a la comunidad local. Los recursos del Municipio se han tenido que desviar hacia la recolección de basura y los viajes humanitarios, dejando sin prioridad a Santa Isabel. Esto ha generado un sentimiento de abandono y desprotección en la comunidad. Santa Isabel, distrito de la provincia de Colón tiene una población de 4,069 personas.
El alcalde teme que el vertedero sea cerrado ante el colapso por los desechos sólidos que deja esta marea de personas que transitan en Palenque y Miramar. Además hay mujeres embarazadas y clanes familiares con menores de edad.
Cifras alarmantes del flujo inverso
Actualmente, los movimientos de retorno desde Centroamérica hacia Sudamérica están cobrando creciente relevancia, especialmente a través de la ruta del mar Caribe. Según datos proporcionados por el ejecutivo, cerca de 11,810 personas han ingresado a Panamá en la ruta inversa hacia el Sur. Esta cifra requiere una respuesta inmediata y efectiva por parte del gobierno.
Los datos de Movimientos Mixtos Frontera Col-Pan, entre febrero y abril se registraron el regreso de 6.562 personas por vía marítima: 1.636 en febrero, 2.784 en marzo —lo que representa un aumento del 70%— y 2.142 en abril, con una leve disminución del 11%. Desde inicios de febrero, un promedio diario de 81 personas ha estado llegando a los municipios colombianos de Capurganá, Necoclí y Turbo, lo que evidencia un flujo constante de retornos que desafía la narrativa tradicional del Darién como ruta exclusivamente de salida.

La necesidad de visibilizar el tema
Es importante conocer más sobre la realidad de las comunidades afectadas, como Miramar, y entender sus necesidades y preocupaciones. La falta de visibilidad local y atención a este tema puede agravar la situación y generar más problemas en el futuro.
La migración irregular es un tema complejo que requiere una comprensión profunda de sus causas y consecuencias. Es importante que se desarrollen políticas y programas que aborden las necesidades de los migrantes y las comunidades afectadas, y que se promueva la comprensión y la empatía hacia aquellos que se ven obligados a dejar sus hogares en busca de una vida mejor.
Ante este panorama, los atardeceres en Santa Isabel ya no traen promesas, solo el silencio de quienes no saben si partirán mañana o si el mar volverá a negarse. Hoy descansan los cientos de migrantes varados, niños, niñas y adultos, sumidos en la incertidumbre.






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